Comenzó su historia deportiva en Supérate Intercolegiados
prensa superate
Un prodigio con un talento innato, así definen los metodólogos al pequeño gigante Darwin Meneses Angulo, el muchacho de 13 años, 1,86 de estatura y figura robusta que con escasos seis meses de haber sido descubierto y estar practicando lanzamiento de bala, ya está en su primer torneo internacional: los Sudamericanos Escolares de Cochabamba, Bolivia.
En esta zona, azotada durante años por las violencias de diverso tipo, Darwin vive con su padre, un agricultor de maíz, sandía y melón; y con su madre, una auxiliar de enfermería: "Yo soy el chucho -dice para explicar que es el menor de dos hermanas de padre y dos de madre-. Estudio grado 7 en el Colegio Mojarra".
Y allí fue justamente donde lo descubrieron los profes Chucho y Pablo; cuando buscaban talentos para presentarlos a las competencias de Supérate Intercolegiados. Ellos hablaron con la madre de Darwin y con el interés del muchacho obtuvieron el permiso. "Yo soy el más alto de mi familia; debe ser porque como mucha mazamorra", dice y sonríe.
En Santander de Quilichao, en septiembre pasado, durante los selectivos de atletismo para la Final Nacional de Supérate, fue su primera competencia; y le quedó gustando la adrenalina: "Mi familia me apoya, y mi mamá me dice que es muy bueno que practique deporte porque eso me impide buscar malos vicios".
Nunca había montado en avión y lo más lejos que había ido de su casa fue dure te unas vacaciones al Santuario de Las Lajas, en Nariño, cuando aprovecharon y se dieron un paseo por Tulcán, la fronteriza población ecuatoriana. "Sentí como un vacío al despegar el avión", contó acerca del viaje en el charter de la Fuerza Aérea Colombiana que lo trajo a Cochabamba.
Este jueves tendrá que demostrar de qué está hecho, cuando compita en los Sudamericanos: "Antes no sabe que existía este deporte, ahora sé que me falta todavía agarrar técnica, pero también noto que por los entrenamientos soy más fuerte, mi cuerpo ha cambiado. Ojalá me pueda llevar la medalla de oro y después ganarme una olímpica".
¿Y las novias, le caen más las niñas ahora?
Darwin se tapa la cara con las manos y sonríe. Bien dicen que el que calla otorga.