Prensa Mindeporte
Emeliane Valdés no solo es una entrenadora de bádminton en el Darién, Chocó, sino también una visionaria que sueña con crear un espacio donde sus alumnos puedan desarrollar su talento, no solo en el deporte, sino también en la vida. A sus 29 años, su pasión por el bádminton va más allá de las canchas improvisadas o de los entrenamientos en terrenos de tierra y andenes. Su verdadero anhelo es establecer una escuela en la región, un lugar donde los jóvenes puedan aprender disciplina, perseverancia y valores que los ayuden a superar las limitaciones de su entorno.
A lo largo de los años, Emeliane ha cultivado una relación cercana con sus estudiantes. En cada clase, les enseña a no rendirse, a continuar trabajando duro a pesar de las dificultades. En su humilde escuela de bádminton, ubicada en un pequeño patio de iglesia o en el terreno irregular de su casa, ella recalca que: "Lo que importa no es la infraestructura, sino la actitud y el esfuerzo (...) No se trata de ser los mejores en la cancha, se trata de ser mejores personas cada día, de aprender a levantarse después de cada caída".
Su mayor reto, no es solo entrenar a los jóvenes en un deporte tan técnico y poco común en el Colombia, sino brindarles las herramientas para ser mejores personas. La disciplina que adquieren en sus entrenamientos los cuales son 3 veces por semana, les permite afrontar los retos que les presenta la vida en una de las zonas más apartadas del país. "Cuando entran a la cancha, no solo juegan bádminton, están aprendiendo a ser responsables, a trabajar en equipo, a respetar a los demás y a superar los obstáculos", explica con una sonrisa esperanzadora.
A pesar de las limitaciones logísticas, el sueño de Emeliane sigue vivo. Ella sabe que para lograr su meta de abrir una escuela de bádminton en el Darién, necesitará más apoyo. Pero mientras ese día llega, sigue trabajando "Quiero que mis chicos sepan que no importa de dónde vengan, si tienen determinación y creen en ellos mismos, pueden alcanzar lo que se propongan". Para cumplir su sueño y el de miles de deportistas que la siguen, trabaja para confirmar su escuela y brindar las garantías necesarias para lograrlo.
Desea que el Chocó se convierta en potencia en bádminton, un deporte que día tras día convoca a más personas en toda la región: "Quiero que estos chicos sepan que lo que están aprendiendo aquí va a ser la base de su futuro, no solo como atletas, sino como personas con principios y valores".
Para Emeliane, el bádminton no es solo una pasión, sino una misión: ofrecer a sus estudiantes un futuro más prometedor, lleno de oportunidades.
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