La ceremonia de premiación es una motivación extra para los deportistas
Prensa Supérate Intercolegiados
En la capital de la República se respira un aire de honorabilidad. Una corriente de pundonor que invita a las delegaciones a estar firmes y vestirse de gala en cada jornada de la final nacional de los Juegos Supérate Intercolegiados, resaltando los valores de respeto, amistad y sana competencia.
Los deportistas invierten cientos de horas para alcanzar el podio. Todos saben que llegar ahí no es una tarea fácil, se necesita esfuerzo y un arduo entrenamiento para conquistar una medalla.
En esta edición de los Juegos, el alto nivel exige mayor compromiso por parte de los niños y niñas. Por esta razón, cuando atraviesan la meta en los primeros lugares, cuando superan sus marcas personales e imponen nuevos registros, merecen un reconocimiento especial.
La Guardia de Honor Presidencial es consciente de esta motivación extra que necesitan los futuros medallistas y es por esto que, por segundo año consecutivo, son los encargados de los actos de protocolo, esquema, acompañamiento a los deportistas y a las autoridades durante las premiaciones.
En total, 18 soldados de la Guardia de Honor del Batallón de Infantería No. 37 están presentes en cada ceremonia. Su labor es ser bandejeros de las medallas, brindar un acompañamiento a los deportistas en el podio al igual que a las autoridades.
"Esta es una actividad pedagógica en la que los niños también aprenden que son lo más importante para nuestro país. Lo que hacemos es darles un apoyo a los pequeños para que vean lo importante que es su premiación y el significado que tiene ganar una medalla. Además aprenden cómo deben comportarse en este tipo de eventos", reconoce Ita del Pilar Perea Baena, coordinadora del equipo de protocolo, el cual está compuesto por 32 personas.
Estas ceremonias son novedosas para los participantes y se asemejan a los actos de premiación de los grandes eventos deportivos, pero en esta ocasión tienen un plus. La presencia de la Guardia de Honor del Presidente Juan Manuel Santos Calderón se convierte en un atractivo para las delegaciones. "Es una experiencia enriquecedora. Las niñas se emocionan mucho con este tipo de actividades, los toman de gancho y suben felices al podio", recalca Ita Perea.
Así como los atletas, los uniformados también viven una experiencia única que entrega una satisfacción personal que solo la inocencia de los niños puede brindar. "Se hace el mismo protocolo de las ceremonias militares, se sigue el procedimiento idéntico y las reglas que se usan para una premiación", asegura el cabo segundo Juan David Jiménez, comandante de escuadra de la Guardia Presidencial y agrega que "aquí estamos aportándole a la ciudadanía un servicio que representa a la unidad y que nos llena de orgullo", concluye.