El judoca fue medalla de plata en el suramericano escolar en Asunción
Prensa Supérate
Este estudiante de la Institución Educativa Chuniza de Bogotá, es ejemplo de carácter y disciplina. Un pequeño que no le tiene miedo a ser grande.
Hernán Mauricio Parra Tique, quedó seducido por el judo desde muy niño y desde ahí no dudó en ponerse retos. Él, se propuso conquistar este deporte, sabía que trabajando fuerte lograría que fuera su pareja ideal. Verlo entrenar y competir es muy emocionante, pues su entrega y concentración es la de todo un atleta profesional.
Un día de diciembre de 2014 vio a su hermano vestido con los colores de la bandera colombiana subirse a un avión rumbo a Brasil, para competir en el Suramericano Escolar. Ese momento para Hernán fue definitivo, "el próximo año seré yo quien suba a ese avión, ya lo verán", dijo emocionado a las personas que se encontraban en la sala de espera del aeropuerto El Dorado.
No necesitó tallar en roca esas palabras para cumplirlas. 2015 fue su año, logró ganar la medalla de oro en el Programa Supérate Intercolegiados en la categoría de los 40 kilogramos, medalla que le dio el cupo para subirse al avión al que había prometido subirse un año antes, ese mismo que lo llevó a Paraguay vestido de amarillo, azul y rojo a los Juegos Suramericanos Escolares.
Hernán fue medalla de plata, no ganó la de oro. Eso sí, mostró sus ganas de superarse, fue por lo que soñó. No solo es el orgullo de su familia, también de sus compañeros de clase y del colegio Chuniza. Hernán decidió ser un ganador.