El arte de aprender a pensar y actuar como equipo
A veces las derrotas dejan más enseñanzas que las victorias, aunque nadie se atrevería a negar que todos quieren ganar y se preparan para ello; más hablando de deporte. Y aunque algunos discutiría aquella famosa frase del profe Maturana de que "perder es ganar un poco", es cierto que de algunas estruendosas derrotas han salido los grandes campeones, aquellos que se llenan de rebeldía, pasión y hacen que los deportistas se preparen mejor y fortalezcan su mente para una nueva competencia.
En esta versión de la Final de Supérate Intercolegiados, que se realiza en Bogotá hasta el 20 de noviembre, los muchachos de la Insitucion Educativa Normal Superior de Leticia, Amazonas, clasificaron por primera vez, y gracias a su entrenador, José Líber Arbeláez, quien en enero de 2016 acogió a estos niños, que venían de jugar fútbol, y los puso a practicar fútbol sala, sin imaginarse que con tan poco tiempo podrían llegar a esta instancia.
"Ocho de estos muchachos son de la I.E. Normal y dos, que son los refuerzos, del Sagrado Corazón; entonces se fue armando el equipo para Supérate pero sin grandes expectativas, y menos pensando en una final, por lo que para nosotros ya es un logro llegar hasta aquí", comentó el entrenador.
Estos jóvenes viven agradecidos con él por las enseñanzas brindadas en estos ocho meses: "Lo que más nos inculca es el respeto y el compañerismo; que mientras estemos unidos podemos ganar o perder pero siempre podremos salir adelante. Somos muy amigos entre todos y así discutamos en la cancha, cuando salimos de ella, todo queda olvidado", aseguró Carlos Cabrera, jugador del equipo de amazónico.
Para los jugadores no ha sido fácil adaptarse al clima de Bogotá y más teniendo en cuenta las altas temperaturas y la humedad de Leticia: "Nos ha dado muy duro porque nos cansamos muy rápido, entonces al entrenador le toca hacer cambios para oxigenar el equipo; ahí es cuando nos dice que sin la ayuda del compañero va a ser peor, por eso hay que respaldarnos entre nosotros mismos", agregó Cabrera.
Para llegar hasta esta instancia tuvieron que enfrentar partidos de fogueo con equipos de Tabatinga, Brasil, que tienen un nivel mucho más alto. "Primero me sorprendió que llevan la habilidad en la sangre y disfrutan del juego, eso es algo que me ha costado porque a mis chicos les da un poco de temor tomar el balón y disfrutar del mismo. Además nosotros somos más individualistas, por eso mi mensaje es que este es un juego colectivo y como tal debemos jugarlo, no cada uno por su lado", expresó Arbeláez.
Este jueves, en su segundo juego perdieron por 7-4 ante la I.E. San Juan Bautista de Nariño. Por supuesto salieron molestos y más cuando en el primer tiempo ganaban 2-1, pero en el segundo tiempo se relajaron y la altura les jugó en contra. Entonces José Líber les dijo: "No ha pasado nada, estamos aquí por algo; y si ayer ganamos, mañana lo podemos volver a hacer. Este juego queda atrás, a partir de este momento solo tendremos la mete puesta en el partido de mañana".
Estos muchachos, más allá de ganar, ya cumplieron la meta de venir a disputar una Final Nacional y jugar con equipos más competitivos; por eso sienten que el próximo año, con ese trabajo y la experiencia acumulada podrán lograr mejores cosas. Para ellos la derrota no fue el fin, sino una oportunidad para buscar potenciar su rendimiento y obtener mejores resultados el año que viene, aunque aún no termina su participación en la Final Nacional y seguirán dándolo todo para consolidarse como equipo.