En Manizales se entregaron reconocimientos a los deportistas del Eje Cafetero
Supérate Intercolegiados de Coldeportes avanza en la entrega de incentivos a nivel nacional. Para este año se implementó una nueva estrategia que ha dado como resultado más de 45.000 incentivos redimidos, de los cuales 1.675 se entregaron en el Regional Eje Cafetero que se realiza en la ciudad de Manizales.
Luisa Fernanda Grajales, basquetbolista de 16 años, ha participado en todas las versiones del programa Supérate. La estudiante de último grado en la Institución Educativa Lorencita Villegas de Santos del municipio de Santa Rosa de Cabal en Risaralda, cuenta su experiencia con los incentivos .
"Estos premios son muy chéveres. En los años anteriores, el proceso de entrega fue un poco lento, en este sí fue muy rápido, me dejó sorprendida gratamente y la verdad estoy muy contenta por eso", destacó la joven deportista que sueña con brillar en el maderamen y también en las aulas.
A la hora de confesar cuál de los incentivos recibidos le gustó más, con una risa entre nerviosa y pícara de por medio, eligió el sistema de parlantes con minicomponente. "Es el que más quería porque me encanta escuchar música y pues qué mejor que ese regalo", dijo emocionada.
"Lo tengo en mi cuarto y suena durísimo, pero me sirve a la hora de hacer las tareas y también me ayuda a motivarme para afrontar las competencias con mi colegio", agregó Luisa Fernanda.
De un momento a otro, la sonrisa desaparece de su rostro. Baja su mirada y es cuando la nostalgia asoma. ¿La razón? Este será el último año en que podrá disfrutar del Supérate como participante. Atrás quedarán las anécdotas con sus amigas vividas en todos los regionales del Eje Cafetero y aquella inolvidable final nacional en Bogotá del año pasado.
"La atención en los hoteles, la gente que nos atiende, mis compañeras, los viajes, todo lo que Coldeportes pone a nuestra disposición es un incentivo más. Me pone muy triste saber que es mi último año en este programa maravilloso", afirma con melancolía Luisa Fernanda, quien encontró la terapia para superar ese momento triste: jugar un torneo de futbolín en el Hotel Carretero de Manizales.