Este jueves se disputaron las primeras jornadas del atletismo en el Regional Pacífico del Programa Supérate Intercolegiados que clasifica a los mejores a la Final Nacional. Pruebas como los 80 metros, 100 metros, 800 metros, 1.500, 2000 metros, 3000 metros, lanzamiento de bala y jabalina, salto largo se robaron el show en el Estadio Pedro Grajales de la Unidad Panamericana.
Cauca se llevó varias pruebas de velocidad como los 80 metros, 100 metros en femenino y masculino y también en el lanzamiento de la bala, ya en la pruebas de fondo el que dominó fue el departamento del Valle en las pruebas de 1.500, 2.000 y 3.000 metros.
Este viernes a partir de las 8:00 de la mañana se disputarán las últimas pruebas del atletismo que bajarán el telón al Regional Pacífico.
Yair Palacios atravesó el Chocó para competir en el Regional
Yair Palacios es un niño del Alto Baudó, una zona del Chocó muy alejada, pero él a sus 12 años demostró lo que es el amor al deporte y a querer estar en una competencia a pesar de las dificultades, incluso sin pensar en si puede ganar o no. "Estoy aquí porque me gusta el deporte, el atletismo", comentó Yair.
Hizo una travesía de admirar para llegar a la ciudad de Cali y poder estar con su departamento en la prueba de los 800 metros planos. "Vengo de unas condiciones difíciles y lejanas, mi colegio me debía pagar los pasajes, pero no me dieron nada, por eso mi mamá me dio 150.000 pesos para venir acá".
Dicen que una madre hace lo que sea por ver un hijo feliz y eso hizo ella, le consiguió el dinero con su trabajo – siembra plátano para luego venderlo – y así su hijo pudo viajar. Sin embargo, no todo fue tan fácil a Yair, un pequeño de 1.40 metros sin temor a nada y con solo un sueño por cumplir, decidió tomar una lancha por varias horas para salir de donde vive. "tuve que pagar 25.000 pesos y luego ir a donde un señor para quedarme esa noche en un sitio que se llama Samurindó, mientras tenía la competencia y luego si me fui a Quibdó", contó este joven con su inocencia inusual.
Pero no todo termina allí como nos contó Yair, "cuando llegué a Quibdó como no tenía zapatos ni ropa par la carrera tuve que comprarlos, y me quedé sin un peso, ando sin plata; mi madre me dio para comprar unos zapatos pero no pude comprarlos, solo me alcanzó para los de la competencia".
Cuando por fin llegó a Cali, la competencia tampoco lo trató bien, quedó de cuarto, "me fue mal, pero la vida da muchas vueltas y sé que aún me quedan muchas oportunidades. No sé porque me fue mal, quizás es falta de competencia porque soy el único atleta de mi comunidad, yo me voy con mi hermano todos los días a una cancha de fútbol y le doy 20 vueltas", dijo con tristeza.
"El hijo del viento es su referente, pero a pesar de su gusto por el atletismo le gustaría ser un gran futbolista", me inscribí como tres veces pero el profesor nunca me trajo, yo sé que juego bien", dice Yair.
Supérate es una nueva oportunidad en su vida a la cual le agradece, pues nunca había tenido todas estas comodidades, "de Supérate me gusta todo porque a mi me encantan los deportes, los hoteles son muy buenos y la comida es deliciosa."
También juega fútbol, lo hace de defensa o lateral derecho pero nos contó que lo inscribieron pero no lo quisieron llevar, "me inscribí, pero mi profesor no me llevó, no sé por qué, voy a seguir entrenando porque mi sueño es poder ser un gran deportista, o futbolista o atleta pero es lo quiero".
Supérate sigue demostrando lo que le brinda a estos niños, la oportunidad de crecer, competir, darse una oportunidad que quizás nunca en su vida habían tenido, experimentar nuevas cosas.
