A sus cortos años, ha descubierto en el voleibol no solo un deporte, sino un refugio y una razón para esforzarse. ??Para mí, el voleibol es más que un deporte es una pasión y un sentimiento que llevo a donde voy??, compartió, en diálogo con Mindeporte y con una sonrisa que irradia y contagia.
Prensa Mindeporte
Fusagasugá, 26 de octubre de 2024. En un rincón iluminado del gimnasio de la Institución Educativa Venecia, el sonido del balón de voleibol siempre resonó con fuerza, marcando el ritmo de un sueño que -más que nunca- toma forma. Entre risas y entrenamientos, un joven de 13 años, Martin Velasco Pineda, se alistaba para la fase regional de los Juegos Intercolegiados, donde hoy su pasión y dedicación brillan más que nunca.
Martin, conocido como "El Pequeño Gigante" por su habilidad en la cancha, se ha convertido en una de las piezas clave del equipo masculino de voleibol de Cundinamarca. A sus cortos años, ha descubierto en el voleibol no solo un deporte, sino un refugio y una razón para esforzarse. "Para mí, el voleibol es más que un deporte; es una pasión y un sentimiento que llevo a donde voy", compartió, en diálogo con Mindeporte y con una sonrisa que irradia y contagia.
Comenzó a jugar por diversión, pero rápidamente su visión cambió. "Entendí que podía dedicarme a esto y aquí estoy, dando lo mejor por mi colegio y mi departamento, buscando ese anhelado cupo a la final nacional".
Cursa el octavo grado, y aunque sus compañeros lo ven como un líder en la cancha, él es consciente que el camino hacia el éxito no solo se construye con talento. Como armador y rematador, es el encargado de crear las jugadas más audaces, esas que esperan llevar a su equipo a lo más alto de la competencia escolar más importante del país. Cada pase, cada remate, es una muestra de su dedicación y disciplina.
Este deporte, al que califica como "una maravilla", no solo ha fortalecido su cuerpo, también ha forjado su carácter. "Estoy en la preselección de Cundinamarca y mi sueño es llegar a ser parte de la selección nacional", expresó, con firmeza. "Quiero representar a mi país y seguir creciendo, no solo como deportista, sino también como persona". Consciente que el camino es arduo, Martin se esfuerza por equilibrar sus estudios y su entrenamiento. "Sé que debo estudiar mucho y eso es lo que hago todos los días", afirmó, dejando claro que el esfuerzo va más allá de la cancha.
Martin agradeció al Ministerio del Deporte por su apoyo a los jóvenes como él. "Pido que miren a los municipios, porque aquí hay mucho talento. Hay niños, niñas y jóvenes que sueñan en grande y tienen mucho por ofrecer". En sus palabras, se siente el eco de un llamado a la acción, un recordatorio de que los sueños no solo pertenecen a las grandes ciudades.
"El Pequeño Gigante" no solo juega por sí mismo, sino por todos aquellos que lo rodean, por sus compañeros de equipo, por su comunidad y por todos los jóvenes que ven en él una chispa de esperanza. Con el voleibol como su estandarte, Martin Velasco Pineda sigue escribiendo su historia, un remate a la vez.