Ampliar Imagen
×
De contextura gruesa, tez morena, aunque no posee mucha estatura (mide 1.63 mts) y compite en la categoría de 63 kilogramos, es Esteysy Díaz, la número uno del Judo en Bogotá, del Colegio Virtual Siglo XXI y en su categoría a nivel nacional, sus rivales le temen, tanto que prefieren retirarse antes de iniciar un combate.
Múltiple campeona nacional e i
Esteysy Díaz, la número 1 del Judo en Bogotá
De contextura gruesa, tez morena, aunque no posee mucha estatura (mide 1.63 mts) y compite en la categoría de 63 kilogramos, es Esteysy Díaz, la número uno del Judo en Bogotá, del Colegio Virtual Siglo XXI y en su categoría a nivel nacional, sus rivales le temen, tanto que prefieren retirarse antes de iniciar un combate.
Y eso que Esteysy solo tiene 14 años, de los cuales lleva nueve en el judo. Inicio practicando gimnasia pero en el coliseo contiguo a donde entrenaba, practicaban judo, entonces le manifestó a sus padres que quería irse por el arte marcial y desde ahí se convirtió en su hobbie y hoy, su proyecto de vida. "Yo veía cuando pasaba y me gustaba, pero lo que más me llamaba la atención era que si aprendía iba a saber defenderme, un profesor me dijo que fuera a una clase a ver si me gustaba y desde ahí no puedo vivir sin el judo", comentó la bogotana. Es múltiple campeona nacional y distrital pero ella tiene en su corazón sus títulos más importantes, "El Sudamericano en Paraguay tiene un lugar especial para mí porque las brasileras eran más grandes que yo y al final yo me quedé con la medalla de oro, y el otro fue el Panamericano en Argentina, esos son hasta ahora lo más importantes", manifestó Esteysy Dicen que el judo y las artes marciales asiáticas tiene como objetivo encontrar ese equilibrio entre cuerpo y espíritu pero hay otras actitudes que se aprenden de estas disciplinas y para Esteysy no es la excepción. "Uno aprende a ser responsable, disciplinado, aprender a comportarse, a expresarse, a entender y respetar al oponente, además de las técnicas básicas que tiene el deporte para los respectivos combates". En su último combate aplicó una fuerte técnica a su oponente del Valle, Valeria Guerrero y fue tal la fuerza que aplicó, que a su colega la tuvieron que sacar los paramédicos en camilla; solo a los pocos minutos se pudo recuperar. Fue así como esta Bogotana se alzó con la victoria y le dio a la capital una nueva presea. "Realmente yo no apliqué fuerza desmedida, la culpa fue de los jueces porque había hecho Ippon (técnica que da al que la realiza la victoria inmediata, en la que el oponente cae de espalda en el tatami) pero los jueces no la marcaron, entonces me tocó poner un poco más de fuerza para ganar el combate", explica la judoca. Aún le queda mucho camino por recorrer en Supérate Intercolegiados, pues con 14 años apenas está en octavo, lo que le permitirá competir los próximos años hasta llegar a grado once y luchar por ganarse el crédito de educación superior.