Una campeona nacional intercolegiada puede ser una campeona panamericana!??, manifestó, entre lágrimas, la atleta colombiana.
Natalia, campeona de raza y hoy orgullo nacional, reveló uno de los episodios de su vida que demuestra que los sacrificios, cuando se acompañan de perseverancia y trabajo, siempre valdrán la pena.
Bogotá, 1 de noviembre de 2023. Natalia Linares, con tan solo 20 años, es sinónimo de persistencia, lucha, bondad, amor por el deporte, valentía, gallardía, disciplina y constancia. Es de esas sonrisas que resaltan entre los ganadores y que contagian de emoción y orgullo a todo un país, ese mismo que ha sido testigo de sus saltos de oro desde los Intercolegiados programa del Ministerio del Deporte y que hoy la tienen en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Natalia, que consiguió este lunes la medalla de oro número 14 para Colombia en los Juegos Panamericanos de Chile 2023, gracias a su impecable desempeño en las pruebas de salto largo femenino (6.66 mts), ha tenido que sortear muchos altibajos en su vida, pero, tal como lo hace en la pista, con pundonor y la cabeza siempre en alto, ha logrado salir avante, demostrando que cuando las ganas y el corazón prevalecen, las derrotas son solo una experiencia y una catapulta hacia el éxito.
La atleta colombiana, formada en el programa de Mindeporte y que completa un ciclo extraordinario de cara a París, con títulos en Bolivarianos, Suramericanos, Centroamericanos y del Caribe, y ahora en Panamericanos, no ocultó su emoción y, entre lágrimas, describió cómo hace 10 años todo estaba en su mente y era parte de un sueño, que hoy es una hermosa realidad.
Le digo a la Natalia de 10 años que ha crecido muchísimo, que me inspira porque es una guerrera y lo seguirá siendo. Nunca imaginé estar en un ciclo olímpico, pero sí sabía que iba a estar en unos Juegos Olímpicos. Juegos Panamericanos para mí es la reivindicación con esa niña que soñaba estar en un mundial mayores y ser medallista, sostuvo, visiblemente emocionada, la campeona colombiana.
Un camino labrado con esfuerzo
Linares, oriunda de Valledupar y amante del calor de su tierra, recordó cómo todo empezó hace una década, cuando siendo una niña dejó a un lado sus juguetes y persiguió su sueño en los Intercolegiados.
En ese momento solo pensaba en disfrutar, en ser campeona intercolegiada, en ser tricampeona suramericana, pero todos esos logros me han llevado a escalar un poco más. Le agradezco al Ministerio del Deporte por llevar a los pequeños pupilos a esos Juegos Intercolegiados, porque de ahí sale el verdadero talento de Colombia. ¡Una campeona nacional de Intercolegiados puede ser una campeona panamericana!, manifestó.
Su madre, su mayor inspiración
Capítulo aparte para la campeona panamericana merece el nombre de Yanelis Gonzalez: su madre. Mi mamá es una mujer guerrera. Desde los 10 años ha sido mi manager, mi psicóloga y mi entrenadora. Hemos pasado por muchas subidas y bajadas, pero así ha sido ella, quisiera tenerla aquí y decirle que todo el esfuerzo que hemos hecho se ha visto reflejado.
Finalmente, esta ganadora de raza y hoy orgullo tricolor reveló uno de los episodios de su vida que demuestra que los sacrificios, cuando se acompañan de perseverancia y trabajo, siempre valdrán la pena. Esa casa que vendimos, ese carro que también vendimos para cumplir un sueño olímpico, que lo hicimos realidad. Solamente falta llegar a esos Juegos Olímpicos y traernos la medalla para tener felicidad completa ¡Y que vayamos a Torre Eiffel y nos tomemos muchas fotos!.