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Yopal, Casanare, (17 de septiembre de 2019). Con una sonrisa en su cara, Paola Anzola, de 14 años, recuerda cómo su mamá le inculcó el deporte desde chiquita. Sintió ese apoyo incondicional por parte de ella y la preparó para el patinaje, pero luego de caídas, golpes, y algunas burlas, esas pistas se fueron convirtiendo en balones y arcos. Recuerda que a los 7 años cambió su rumbo, luego de observar a algunos muchachos de su colegio, Instituto Educativo Manuela Beltrán, de San José del Guaviare, decidió darle una oportunidad al fútbol.
Paola Anzola, de las pistas de
Supérate Intercolegiados es el primer escalón para cumplir sueños deportivos
Yopal, Casanare, (17 de septiembre de 2019). Con una sonrisa en su cara, Paola Anzola, de 14 años, recuerda cómo su mamá le inculcó el deporte desde chiquita. Sintió ese apoyo incondicional por parte de ella y la preparó para el patinaje, pero luego de caídas, golpes, y algunas burlas, esas pistas se fueron convirtiendo en balones y arcos. Recuerda que a los 7 años cambió su rumbo, luego de observar a algunos muchachos de su colegio, Instituto Educativo Manuela Beltrán, de San José del Guaviare, decidió darle una oportunidad al fútbol.
A Paola, los golpes en la pista de patinaje la volvieron una niña fuerte y decidida, así que a la segunda oportunidad en el deporte iba fuerte, decidida y madura. Recuerda que sus primeros entrenamientos en la cancha de fútbol fueron accidentados, pero esta vez fueron golpes, que según ella, disfrutó; la adrenalina y las ganas de levantarse detrás del balón fueron determinantes para que esta deportista fuera pretendida por varios colegios como refuerzo en las competiciones de Supérate Intercolegiados. Resalta que nunca había llegado hasta un Regional, para ella, todos estos logros son fruto de un fuerte entrenamiento y de un grupo unido y compañerista.
Entrar a una cancha de fútbol es recordar a su madre, pues hoy la acompaña desde el cielo, Paola recuerda que siempre la apoyó, la acompañó y le enseñó que se debe esforzar para lograr sus objetivos. Su abuela, que desde hace 5 años es su ´mamá´ como menciona Paola, es ahora quien la acompaña y le brinda todo el apoyo necesario para verla en el fútbol profesional. Su familia, más unida que nunca se siente orgullosa de tener una deportista reconocida entre las instituciones educativas y que deje el nombre de San José del Guaviare en alto.