Dos minutos y medio que son poco pero parecen una eternidad cuando se está frente a los jueces, ese es el tiempo que tienen las porristas para demostrar la maestría, creatividad y colorido de las rutinas en las que invirtieron meses y en las que dejaron tantos fines de semana con tal de ser parte del selecto grupo de las finalistas de Supérate Intercolegiados. Ejecución, composición, presentación personal, dificultad y precisión son elementos que cuentan a la hora de evaluar.
También conocido como Animación, nació como el apoyo para los equipos de conjunto, especialmente en Estados Unidos y Canadá; por eso no es raro ver equipos de porristas en todas esas secuelas de películas de historias adolescentes del cine hollywodense.
Se divide en porrismo poms (rutina de baile con pompones) y cheers (que incluye acrobacia). En nuestro país cada vez toma más fuerza; especialmente desde que en 2013 fue reconocido como deporte. "Su práctica ha crecido desde el año 98, en ese momento había 200 equipos y hoy tenemos más de 35.000 practicantes en el país", añade Bohórquez.
El Programa Supérate Intercolegiados ha contribuido al crecimiento del deporte gracias a la masiva inscripción de equipos alrededor del país. Inicialmente el poms solo se practicaba en tres o cuatro regiones pero desde el 2012 Supérate logró que muchas regiones se involucraran; tanto que el año pasado se contó con delegaciones de 22 departamentos.
Además el porrismo, a través de Supérate Intercolegiados, se convierte en un deporte de inclusión que, para este caso, es la única disciplina para niñas. "Supérate le ha dado un nuevo estatus al deporte por el apoyo que les ofrecen a los equipos, la forma en que les cambia la vida a las deportistas el poder competir por los créditos de educación superior; además es un deporte formador que permite aprovechar el tiempo libre, adquirir disciplina y trabajo en equipo", resaltó el presidente de la Liga de Santander.