En la Costa Norte y la zona rural de Bogotá, historias similares pero de regiones totalmente diferentes tanto geográfica como culturalmente, en las que las ganas de salir adelante tienen a sus jóvenes practicando un deporte que apenas toma aire en Colombia.
Hace tres años los estudiantes de la Institución Educativa Madre Laura, de Tierralta, Córdoba, no tenían idea de que había un deporte de contacto físico con mucho parecido al fútbol, tampoco que se trataba de una práctica nacida durante el siglo XIX en el colegio de una población llamada Rugby.
Para ellos solo existían las deterioradas canchas de fútbol afectadas por el intenso calor de su municipio. Pero un día llegó una invitación de la Cancillería a través del proyecto de ‘Diplomacia Deportiva y Cultural con Enfoque Social’, que busca la lucha contra el reclutamiento, para empezar la práctica de este deporte y desde ahí se convirtió en una oportunidad de vida para estos chicos. "Osvaldo Morelos y yo acogimos la invitación -comentó el entrenador de rugby cordobés Nelson Orozco-, nos documentamos y empezamos a seleccionar a los muchachos que ante todo quisieran participar, vimos que era incluirlos al deporte y alejarlos de las dificultades de la sociedad".
Esta se convirtió en una oportunidad para estos chicos puesTierralta es un municipio en el norte de Córdoba, que históricamente ha sido golpeado por la violencia y en el que la mayoría de sus jóvenes son de escasos recursos. "Estudio en la mañana y en mis tiempos libres trabajo como mecánico de motos con un tío, me ganó de 15 a 20 mil pesos diarios y con eso le ayudó a mi mamá para mis refrigerios en el colegio. Entre las 3 y las 5 de la tarde entrenó", contó Alex Sierra, integrante del equipo.
Ha sido tan importante el rugby que ya muchos de estos muchachos tuvieron la posibilidad de salir del país a Buenos Aires, Argentina, gracias a un convenio con el Ministerio de Relaciones Exteriores. El próximo 23 de noviembre algunos de ellos emprenderán viaje rumbo a Francia a compartir experiencias.
"Estuvimos 20 días en Argentina, conocimos a ‘Los Pumas’ (Selección Argentina de Rugby) y compartimos hasta entrenamientos con ellos, visitamos los estadios y los museos. Fue una experiencia única", agregó Sierra.
Oberny Hernández es uno de los seleccionados para ir a la capital francesa y no ve la hora de montarse en el avión a cumplir un sueño: "Siento una ansiedad inmensa; es la primera vez que voy a salir del país, sueño con ver la Torre Eiffel, conocer y compartir con otras personas".
El rugby se convirtió en todo para este equipo que el año anterior ganó medalla de bronce en la Final Nacional del Programa Supérate Intercolegiados. Este año solo piensan en el título, que les permita a siete integrantes obtener el crédito condonable de 40 millones cada uno para adelantar sus estudios de educación superior.
La vitrina para el Sumapaz
En el Colegio Rural El Destino de Sumapaz, del Distrito Capital este deporte irrumpió para acabar con los días de monotonía del calendario escolar de los jóvenes de grado décimo. La curiosidad invadió al curso, cuando Marlon Tautiva llevó un balón de rugby y llamó la atención de los otros niños frente a esta desconocida disciplina.
Con emoción, Marlon relató el proceso: "Hicimos un partido sin saber nada del deporte y a hoy no hemos parado de practicarlo. El año pasado armamos un pequeño equipo y nos le medimos a participar en unas distritales, pero no ganamos pues no teníamos casi ningún entrenamiento. Este 2016, con un mejor entrenamiento y con la asesoría de Hans Bernal, quien nos enseñó las técnicas que él aprendió al entrar a la Liga de Bogotá, comprendimos que el rugby es un deporte de caballeros y decidimos ir nuevamente a las distritales. Ahí si le ganamos a los mejores colegios estrato cinco de Bogotá".
Ahora todos son excelentes amigos porque comparten la afición al rugby a pesar de la rudeza del deporte, y a partir de este año ya tienen a Néstor Mahecha como entrenador y en la Final Nacional Supérate Intercolegiados representan a Bogotá.
"Hoy en las competencias se encuentran felices con tan linda experiencia, divirtiéndose, haciéndose conocer, mostrando la Bogotá rural y dando todo para salir adelante -agrega el entrenador-. Ahora que terminen las competencias se devolverán a su colegio como héroes, pierdan o ganen; pues así mismo se los va a recibir".