Prensa Juegos Intercolegiados
La ciclista boyacense se coronó campeona de la prueba de fondo, en la final nacional de los Juegos Intercolegiados.
En línea de meta levanta los brazos, el corazón le late rápido, muy rápido, tanto que siente se va a salir por su pecho. Cuando vuelve a apoyar las manos en el manubrio para mantener el equilibrio, la respiración de Stefany Diagama se acelera y en el estómago hay mariposas, pero no traduce un enamoramiento, sino la felicidad contenida de una victoria, que explota cuando ve a los suyos: a su entrenador, a su equipo.
Y no era para menos, fue su primera medalla dorada en unos Juegos Intercolegiados. Por lo que su cara se iluminó con una sonrisa grande. Las palabras eran pocas, pero en su rostro se reflejó todo ese cúmulo de sensaciones que no paraban de aparecer. Y es que no estaba entre sus cuentas dicho triunfo, tanto así que, a su hermano, Marlon, quien se encuentra compitiendo en la Vuelta de la Juventud 2022, con el equipo Team Boyacá Avanza, la noticia de su victoria lo tomó por sorpresa y, además de la felicitación respectiva, de forma jocosa se dedicó a molestarla.
Stefany Diagama, una joven de pocas palabras, tímida y de sonrisa fácil, es el fiel reflejo de un ciclista colombiano: delgada, de corta estatura, pero con un corazón y una entrega que pocos tienen. Su paso por el deporte arrancó con un cariño grande por la bicicleta. La primera que tuvo la heredó de su hermana, Andrea, una cicla rosada, con flores. En ella aprendió a montar, en ella se divirtió recorriendo las calles de su natal Moniquirá, en Boyacá, en ella dio esos primeros pedalazos, que hoy le dibujan sonrisas.
Pero ese gusto lo cambió unos años por el atletismo, con la idea de seguir los pasos de su mamá, Sandra Franco, y la de grandes atletas boyacenses como Domingo Tibaduiza o Érica Abril, participó en carreras de pueblo, sin una participación destacada. ??No me iba tan bien, había jóvenes que se destacaban por su condición y aunque no eran muchos kilómetros los que tenía que recorrer, no me sentía en forma para competir en contra de ellos??, recuerda con la sinceridad que la caracteriza.
Por esa razón regresó el ciclismo, deporte que se robó el corazón de su papá, Luis Francisco Diagama, y de su hermano, Marlon. Siguiendo la estela de los hombres de la familia Diagama Franco, las bielas y los pedales le dieron un nuevo toque a su vida: fortaleció valores como la responsabilidad, confianza y dedicación y estos se fueron reflejando en su forma de competir. Lejos está el recuerdo de su primera participación en una Copa de Boyacá de ciclismo, que se realizó en Moniquirá, que le dejó más dudas que certezas. Pero aún así se convirtió en ese punto de lanza para empezar un proceso lleno de días de exigencia y otros más llenos de felicidad.
En la final de los Juegos Intercolegiados 2021 se elevó por encima de sus capacidades, enfrentó sus temores y se abrió paso como la mejor en la prueba de fondo. Los brazos al aire reflejaron ese esfuerzo que ha tenido que hacer en los últimos años, los entrenamientos y la dedicación brindaron su fruto y la victoria, además de colgarle un metal dorado a su palmarés, la armó de decisión para empezar a ver en el ciclismo su futuro. El deporte como impulso y estilo de vida.