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Antes de iniciar su entrenamiento diario, Stephanny Orozco, una de las basquetbolistas clasificadas al Mundial Sub 17 en Rusia, contó acerca de su pasión por el deporte. Su abuela, tía y papá han sido basquetbolistas toda la vida, y por eso lleva el dribling en las venas.
Stephanny Orozco, de Supérate
En Julio de 2018 debutará del baloncesto colombiano
prensa supérate
Antes de iniciar su entrenamiento diario, Stephanny Orozco, una de las basquetbolistas clasificadas al Mundial Sub 17 en Rusia, contó acerca de su pasión por el deporte. Su abuela, tía y papá han sido basquetbolistas toda la vida, y por eso lleva el dribling en las venas.
Mientras de fondo se escuchaba el eco del coliseo donde entrena Stephanny Orozco, su sonrisa y voz reflejaban la emoción por la buena nueva: el mundial juvenil de Rusia 2018 la espera junto a sus nueve compañeras restantes para representar al país en esta disciplina; es la primera vez en la historia que un equipo nacional tendrá tan elevado honor. "Elegí el basquetbol porque siempre me he caracterizado por ayudar a los demás y hacer cosas en grupo, me gusta lograr cosas junto a personas que quiero, amo el trabajo en equipo", cuenta. En su corta pero intensa carrera deportiva, ha competido en diferentes escenarios, los más recientes en Buenos Aires (Argentina) -donde su equipo ganó el cupo a Rusia- y el suramericano Sub 15 realizado en Ibarra (Ecuador) el año pasado. A nivel nacional, Supérate Intercolegiados 2015 le dio esa ‘cancha’ para foguearse y madurar técnicamente; una oportunidad, como ella y varios de sus pares afirman, "en la que puedes aprender y dejarte guiar de los mejores". El basquetbolista estadounidense Isaiah Thomas, de Boston, es su mayor inspiración porque "pese a su estatura es la figura del equipo de los Celtics en la NBA". Con sus 1,63 m. de estatura, Stephanny igual que Isaiah quisiera convertir su afición al baloncesto en la profesión a la que quiere dedicar su vida: "Mi mayor sueño es llegar a las ligas mayores, sin duda me encantaría llegar a ser más competitiva en el baloncesto". La vallecaucana de 16 años, que viste el número 12 en su camiseta, se prepara todos los días para enfrentar partidos los fines de semana: "Lunes, miércoles y viernes entreno dos horas; los martes y jueves hago hora y media de acondicionamiento físico". Acompaña su rutina con una alimentación balanceada, pero una vez a la semana le permiten comer su antojo favorito: las salchipapas.
A ella, el deporte le ha dado, no solo le ha abierto puertas sino que además le ha proporcionado las más grandes emociones y algunos de sus amigos más entrañables: "No imaginé que el hobby se convirtiera en mi mayor pasión, por eso les digo a todos los niños del país que nunca se rindan, persigan sus sueños porque ellos son la mejor guía para llevarlos a donde merecen estar".