Una esperanza olímpica para Colombia compite en Supérate Intercolegiados
Prensa Supérate Intercolegiados
Por un pacto entre su papá y su tío, Manuela Echeverry Ocampo llegó al tenis de mesa. Manu heredó el gusto por este deporte y se propuso ser la mejor desde que era muy pequeña. El tenis de mesa es muy divertido, es mi vida y no soy capaz de dejar de practicarlo, asegura la deportista.
‘Manuelita’, como la llaman cariñosamente, cambió las muñecas por una raqueta, esa que se ha convertido en su principal aliada. La cuida y la limpia todos los días porque ese pedazo de madera y caucho, la acompaña en cada certamen en el que participa. "Hay que valorar las cosas y cuidarlas", afirma.
Gracias a su raqueta, Manuela es rápida y ha mejorado su servicio, uno de sus puntos fuertes y el primer escalón para haber ganado medallas y títulos que hoy, según los expertos, la hacen figurar como una promesa para los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018 que se celebrarán en Buenos Aires (Argentina).
A su corta edad, ‘Manu’ ya ha sido campeona nacional en las categorías sub-13 y sub-15. Este año conquistó la medalla de plata en el Latinoamericano de Guatemala y ya está jugando en la Selección Colombia de mayores. Esta temporada acumula nueve medallas para su departamento en dobles, mixtos y sencillos. "Es una niña talento, es tranquila, amigable, humilde, sencilla y extrovertida. En el juego, técnicamente, es muy buena. Inclusive, Paula Medina, la única colombiana que ha clasificado en unos Juegos Olímpicos (Londres 2012), la cataloga como su reemplazo", testifica León Martínez, entrenador de Manuela desde hace 7 años.
Antes de aterrizar en Bogotá para competir en la final nacional del Programa Supérate Intercolegiados, Manuela Echeverry ganó dos medallas de bronce en el Suramericano de Perú, pero sus éxitos deportivos van más allá. La estudiante de la Normal Superior de María de la región Eje Cafetero (Antioquia) ganó recientemente una beca para entrenar en el Centro de Alto Rendimiento de Austria, considerado como el mejor del mundo, gracias a su disciplina y constancia, con el apoyo de La Unión Latinoamericana de Tenis de Mesa y la Federación Internacional de Tenis de Mesa (ITTF). "Lo que más me gusta es participar en los eventos nacionales e internacionales, no solo por ganar sino por divertirme en la mesa", reitera la deportista de 13 años.
La antioqueña llegó a la capital colombiana para defender el título en Supérate, sin embargo no se confía por tener el rótulo de favorita por un solo motivo. Según ella, "la competencia está muy dura. Primero hay que jugar en la mesa y ganar para poder ir a competir en los Juegos Suramericanos Escolares de Paraguay (incentivo que reciben los campeones de su categoría en el Programa Supérate Intercolegiados)".
Su aspiración por ocupar el primer lugar no decae y en esta final de Supérate Intercolegiados quiere colgarse la presea dorada, exhibiendo todo su potencial y talento, producto de un entrenamiento diario de 4 horas.
En su cabeza solo ronda un sueño, ser la mejor tenismesista de nuestro país, superando a la vallecaucana Paula Medina. "Para mí, Paula es la mejor de Colombia y una de las mejores de Latinoamérica porque está en el Top 10. Es mi modelo a seguir y juega mucho. Para llegar a ser como ella tengo que entrenar mucho, pero lo puedo lograr", concluye ‘Manuelita’.